domingo, 7 de octubre de 2012

KJ5

Para este cuento tuve en cuenta cinco reglas propuestas durante un ejercicio de escritura en el Colectivo Literario: 
-No existe la palabra "verdad". 
-Castración en la pubertad para evitar las conductas violentas que desencadenen una guerra. 
-Perfección en salud. Desaparece quien presente cualquier tipo de enfermedad.
-No existe la memoria a corto plazo en algunos individuos.
-La única forma de comunicación es la oral. 
No es necesario explicitar todas las reglas dentro del cuento pero, como es obvio, no se debe romper ninguna. 

KJ5
En un hospital al sur del país, un hombre se encontraba sentado en la mitad de una camilla, dentro de un diminuto cubículo en el que a duras penas cabía, además de él, una bandeja metálica llena de instrumentos quirúrgicos  al fondo un cuadro que retrataba un viejo escritor portugués y justo debajo, una radio café con apenas dos perillas. El hombre se llamaba Sergio, y aburrido de esperar a su medico, se levantó de la camilla y fue directamente hasta la radio. 

Era muy extraño que el Doctor Rojas demorara tanto, pero a fin de cuentas él estaba allí obligado por el Estado. Apenas una semana antes, según lo que recordaba, su voz había comenzando a sonar ronca y por mandato del Gobierno, debía ser operado lo antes posible. 

El país estaba en crisis. Una imparable enfermedad arremetía sin control desde el norte y según lo que su madre fue capaz de explicarle, las medidas de sanidad se habían extremado a tal punto que cualquiera con un leve síntoma de cambio en su cuerpo era reportado ante las autoridades. 

Sergio tomó la pequeña perilla de la derecha y la giró hasta escuchar un leve clic, y seguido unos murmullos que escapaban bajo. Giró luego la otra perilla y el sonido inundó todo el cubículo  Unas palabras entrecortadas se escuchaban: "...el senador Monsalve ha dicho a la opinión pública que la situación es insostenible. Se le ruega a toda la población refugiarse en hospitales y clínicas para así prever más brotes de KJ5.."  Hubo una interferencia y Sergio tuvo que agudizar el oído   "...según los informes entregados en las ultimas horas, la KJ5 es extremadamente contagiosa y en estados avanzados produce ataques de ira y perdida de la memoria a corto plazo. Se le ruega a toda la población refugiarse en hospitales y clínicas al sur del país..." Sergio tuvo que bajar de golpe el volumen de la radio cuando una enfermera de unos 50 años, con el cabello corto y ondulado, entró al cubículo preguntando, sin mirarlo, por el Doctor Rojas. 
La respuesta de Sergio fue corta y contundente: -No lo sé, quedó de volver hace media hora, seguro se le olvidó.- Afuera se escucharon gritos.