La muerte me ronda desde niño. Es pequeña, con un olor a lilas y usa un vestido azul. Cuando la vi por primera vez, a los 8 años, jugaba sola en un parque. Me acerqué y ella me vio, sonrio de la misma manera en que alguien sonrie cuando te conoce de toda la vida, y luego estiró su mano y me ofreció un yoyo. Durante años he jugado con aquel yoyo. de arriba a abajo.
Aquel dia no supe que esa era la muerte.